La crisis con el agua en Cuba es un mal que se arrastra desde hace muchísimos años y que el gobierno castrista no es capaz de resolver. En ello repercuten la obsolescencia de las conductoras y equipos de bombeo que existen en las centrales hidroeléctricas, así como una infraestructura vieja y falta de mantenimiento.
Por ello, los videos donde muestran a los cubanos persiguiendo pipas de agua para abastecerse del vital líquido más que asombrar causan tristeza e indignación, como fue el caso del clip compartido por el usuario Yanko Mesa en su cuenta de la red social X donde denuncia la falta de agua en un poblado cubano que no especificó, pero que puede representar la cotidianidad del cubano.
En el video se puede ver como varios vecinos caminan, con varios cubos, detrás de un pipa, incluyendo una persona mayor con dificultades para moverse, sin que el chofer se detuviera para proveer del líquido.
“Es increíble que estemos en el 2024 y los cubanos no tengan agua ni para bañarse y tengan que estar corriendo tras las carretas por el preciado líquido", ha escrito Yanko para describir el video.
El reconocimiento oficial y las promesas incumplidas
Hace pocos días, el régimen cubano reconoció que más de 600,000 cubanos se encuentran actualmente sin acceso al servicio de abastecimiento de agua potable y el Instituto de Recursos Hidráulicos culpa a la crisis energética que afecta al país.
El gobierno dice que ha puesto en marcha una estrategia para abordar esta crisis, priorizando las zonas con mayor cantidad de población afectada, pero los resultados no se notan en muchos territorios.
La escasez de recursos y la falta de combustible dificultan la distribución de agua en camiones cisterna a las zonas más afectadas. Una pipa de agua puede llegar a costar más de 8,000 pesos en La Habana.
Recientemente, una rotura de una turbina en el municipio villaclareño de Caibarién mantuvo a la población en un estado extremo de escasez del líquido. La solución del Gobierno cubano fue venderles galones de cinco litros de agua a 85 pesos cubanos y además racionarlos por la mal llamada libreta de abastecimiento, ante la imposibilidad de abastecerlos por pipas.