Luego de su estancia en la bahía de La Habana, la fragata rusa Almirante Gorshkov realizó diversas maniobras en el océano Atlántico con el propósito de detectar submarinos, informó un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia.
Difundido a través de la red social Telegram y tomado por la agencia Reuters, el documento detalla que el ejercicio fue tripular un helicóptero de reconocimiento para efectuar "tácticas de búsqueda y seguimiento" a más de 50 kilómetros (31 millas) del barco.
La aeronave hizo cinco aterrizajes en la cubierta de la fragata, la misma que desembarcó en el puerto de la capital de Cuba el pasado 12 de junio, junto al submarino de propulsión nuclear Kazán, luego de realizar un ejercicio de "armas de misiles de alta precisión" en el Atlántico.
Entrenamiento militar y observación internacional
Desde inicios de mes, la escuadra naval de la Flota del Norte de la Armada Rusa practica el uso de misiles de alta precisión mediante simulación por computadora y entrenamiento para repeler ataques aéreos, maniobras que han sido monitoreadas por Estados Unidos, pues estuvo cerca de las costas de Miami, Florida.
Envuelta en una nube de polémica, la estancia de la flotilla de la Marina de Guerra rusa en Cuba aconteció durante cinco días, y estuvo compuesta por el buque petrolero Pashin, el remolcador de salvamento Nikolai Chiker (SB-131) y la fragata Almirante Gorshkov.
En ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano apuntó que la visita se desplegaba en consonancia "con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia", y que se acogía "estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado parte".
Igualmente, señaló la inexistencia de armas nucleares en las naves y que su escala en el país no representaba amenaza para la región, aunque la presencia indujo el despliegue de varios buques de guerra y un avión de reconocimiento submarino para rastrear el curso de la flotilla, por parte del gobierno de Estados Unidos.