Cuatro agentes de Miami Dade han sido acusados por la muerte del chofer de UPS cubano Frank Ordóñez y del conductor de un vehículo particular, durante un tiroteo entre la policía y los ladrones de una joyería de Coral Gables, el 5 de diciembre de 2019.
La acusación se produce cuatro años y medio después del robo a mano armada de la joyería Regent, en Miracle Mile, y el secuestro del camión de la compañía UPS por los atracadores, eventos que culminaron con una aparatosa persecución policial y la balacera en la que murieron dos inocentes y los asaltantes.
La Asociación Benevolente de la Policía (PBA) de Miami-Dade confirmó este lunes que los cuatro oficiales fueron acusados por el tiroteo de diciembre de 2019, en el que perdieron la vida Ordóñez y Richard Cutshaw, de 70 años, quien conducía a su casa. Los nombres de los policías no han sido revelados y tampoco han trascendido los cargos que enfrentan.
“Estamos muy decepcionados de que después de casi cinco años, estos oficiales se encuentren acusados por algo que tuvieron segundos para decidir”, expresó la PBA de Miami-Dade en un comunicado, citado por América TeVé.
“Esto genera un efecto escalofriante en los oficiales del condado de Broward, que su Fiscalía Estatal procesa a un oficial por no responder a un tirador activo y ahora acusa a oficiales por responder a tiradores activos. A medida que el proceso avance, lo monitorearemos y defenderemos a nuestros oficiales”, puntualizó la declaración firmada por Steadman Stahl, presidente de la PBA en el sur de Florida.
Reacciones de la familia
La familia de Ordóñez presentó una demanda civil contra las autoridades, pero en agosto de 2022 un juez del condado de Broward dictaminó que no tenían derecho a demandar debido a la inmunidad soberana.
Luego de conocerse este lunes que cuatro agentes serán enjuiciados en un proceso penal, Luz Apolinario Merino, madre de Ordóñez, declaró vía telefónica a América TeVé: “No había necesidad para que pasara eso y perdieran su vida mi hijo y ese señor…”.
La angustiada madre afirmó que está “esperando que se haga un juicio a conciencia, que cada juez que pongan ese día pongan solamente su mano en el pecho y sientan ese dolor que como madre perdí a mi hijo. Lo vi morir en televisión”.
Joe Merino, padrastro de Ordóñez, dijo al canal de noticias que la acusación a los policías es “sorprendente después de cuatro años y medio” y subrayó: “Al fin hay un progreso, no voy a decir que hay justicia todavía porque la justicia todavía no alcanzo a verla en ese túnel”.
Aludiendo al comunicado de PBA, Merino sostuvo: “No estamos hablando de segundos, estamos hablando de horas, porque eso comenzó en Coral Gables, de Coral Gables al Turnpike, del Turnpike 25 millas hasta la salida de Miramar. Tres helicópteros, cinco departamentos de policía. Pudieron llamar por adelantado: ‘Ciérrame esta salida, ciérrame esta salida’, para que aunque sea se hubieran quedado sin gasolina en el Turnpike, y hubieran negociado”.
Frank Ordóñez tenía 27 años cuando ocurrió el incidente, vivía en Hialeah Gardens y era padre de dos niñas que tenían entonces cinco y tres años. El joven cubano llevaba cinco años trabajando en UPS, pero el 5 de diciembre era su primer día como chofer para la empresa, cuando los asaltantes de la joyería ubicada en el número 386 de Miracle Mile, en Miami, secuestraron su vehículo y huyeron llevándolo a él como rehén.
La persecución y el tiroteo
Esto desencadenó una persecución policial a alta velocidad, por 25 millas, que atravesó varias ciudades de Miami-Dade hasta llegar al condado de Broward, y que fue transmitida en vivo por televisión.
El camión se detuvo en un semáforo cerca de la intersección de Miramar Parkway y Flamingo Road, donde fue rodeado por más de una docena de policías. Una investigación preliminar arrojó que alrededor de 200 balas alcanzaron al camión de UPS.
Según la versión de las autoridades, los sospechosos abrieron fuego contra los agentes, lo que desató la intensa balacera entre las fuerzas del orden y los asaltantes, que acabó con la vida de dos personas inocentes: Ordóñez y Cutshaw, además de los dos ladrones.
Tras el fatídico desenlace, la familia de Ordóñez responsabilizó a la policía por su muerte.
En declaraciones a la prensa, Roy Ordóñez, hermano de Frank, afirmó: “Tuvimos que ver a mi hermano ser asesinado en la televisión en vivo. Todos tuvimos que verlo. Usaron autos civiles como escudos. Decir que lo que hicieron fue valentía total es falso e irrespetuoso con la gente”.
“Ellos lo mataron”, dijo entonces Merino a un canal televisivo, y aseguró que el trágico suceso “podría haberse evitado” y que era responsabilidad de la policía evitar la muerte de un joven inocente.