La provincia de Las Tunas es la única en el país que no cuenta con un crematorio, lo que obliga a los residentes a viajar a otras ciudades para utilizar este servicio.
El oficialista Periódico 26 informó que, si los familiares de los difuntos desean recurrir a la incineración, deben trasladarse a Camagüey, Santiago de Cuba u otras provincias, gestionando primero la solicitud a través de la Empresa de Comunales. Este proceso añade una carga burocrática al dolor del momento.
El incinerador de restos fósiles ubicado cerca de la empresa Acinox, donde se había proyectado un nuevo cementerio para esta urbe oriental, tampoco está en funcionamiento. Eiser Prieto Pons, subdirector de Higiene y Necrología en la provincia, admitió que el equipo está disponible, pero falta la obra civil necesaria para su operatividad.
“El equipo está, pero faltan trabajos de la obra civil que han impedido que comience”, reconoció el funcionario. Justificó que debido a la falta de recursos como el cemento, no han podido hacer “una placa que se pueda desmontar luego para incorporar el otro equipo, para cremar, que es el que nos falta”.
Un problema que se agrava
La provincia de Las Tunas tiene 64 cementerios. Sin embargo, el Vicente García y el de la ciudad de Puerto Padre son los más críticos en cuanto a capacidad para osarios y nichos. La situación se agrava porque no “está del todo definida la microlocalización siquiera para comenzar los trabajos de un nuevo camposanto en ambas urbes”, según el sitio web de noticias.
Mientras “esas realidades se dirimen”, los trabajadores de los camposantos realizan labores menores de mantenimiento que no resuelven el problema fundamental: el peligro de no poder enterrar a sus difuntos por falta de espacio.
Esta situación no toma por sorpresa al gobierno de Las Tunas. En 2021, el semanario en su versión digital alertó que en medio del aumento de decesos por la epidemia de Covid-19, se evidenció que el cementerio estaba sobrepasado. “Servicios Comunales en Las Tunas labora con destreza para crear capacidades necesarias en los cementerios, de manera tal que este sensible proceso transcurra sin contratiempos”, apuntó.
Soluciones temporales con consecuencias
La situación rocambolesca incluyó acelerar “el proceso de exhumación de los cadáveres” para reutilizar el espacio y poder contribuir con el entierro de los fallecidos. Otra “estrategia” fue utilizar otros cementerios, como el de Becerra y, en última instancia, el de Santa María.
A pesar de estas medidas, hace tres años ya se avizoraba el problema de la falta de espacio, una situación que aún no ha sido resuelta en Las Tunas.
El problema de los camposantos en Cuba a menudo afecta a los familiares de los difuntos, quienes ven expuestos los restos de sus seres queridos en numerosas ocasiones debido a la falta de inversión del gobierno en mantenimientos y mejoras.
Recientemente, restos humanos estuvieron expuestos en el cementerio de Bayamo luego de que el muro que los cubría se derrumbara, según denunció el internauta Leosbel Luis Mojena. En un reel de Facebook, el joven afirmó que decenas de restos permanecen a la intemperie tras la caída de la pared de recubrimiento.
El doctor granmense exiliado Alexander de Jesús Figueredo Izaguirre comentó con ironía en Facebook que ahora se puede descubrir "la historia que se esconde en cada rincón del cementerio revolucionario de Bayamo".
En abril, la joven cubana Camila Navarro, tras visitar la tumba de su abuelo en el Cementerio de Colón en La Habana, se encontró con un escenario de abandono y deterioro. Bailarina, influencer y entrenadora personal residente en Europa, la joven compartió en Instagram un video que muestra el deplorable estado del cementerio. 😢